Loreto
Lisia
 

Poco se sabe de los hábitos y creencias de la familia Lisia, una de las más antiguas de Senes y de las más ricas de la provincia de Sendia. Por supuesto, el apellido aparece en documentos políticos relevantes, pero los integrantes de ese linaje siempre se han conducido con reserva y nunca asisten a las reuniones sociales en donde se ventila la vida de la aristocracia senesina. Son respetados, por la historia y la fortuna que se asocia a su nombre, pero también son vistos con sospecha por su reticencia a participar en los rituales sociales. La verdad es que todos los parientes de Loreto son férreos lectores e intelectuales y, cosa rara, nunca en la familia ha habido alguien que difiera de esta forma de ser. Si uno entrara en la residencia de la familia Lisia un sábado por la noche –mientras otros aristócratas abarrotan los salones de baile o los casinos–, vería una escena digna de cualquier biblioteca: Loreto, sus padres, sus hermanos, sus abuelos, leyendo en silencio bajo la amable luz de las lámparas de gas, intercambiando de vez en cuando algún comentario o discutiendo en voz baja algún pasaje controvertido.

            En la vida de Lisia, esta escena se ha repetido desde que tiene memoria. Lisia fue una de las mejores alumnas del Taller de Norte, la academia cartográfica más importante del continente, y es una las Maestras Cartógrafas más jóvenes de Inos. Eligió ese camino por tradición o simplemente porque esa carrera le permitiría encerrarse en la Biblioteca Nacional, lejos del bullicio de las escuelas de leyes o de medicina. A diferencia de sus compañeros de clase, Lisia prefería sumergirse en antiguas teorías cartográficas o en cálculos topográficos que establecer relaciones políticas para asegurarse un puesto en el gobierno del país o en la diplomacia (o, por qué no, buscar un matrimonio ventajoso).

            Pero muy adentro, Lisia se siente inclinada por la aventura. Tiene sueños vívidos en los que se ve a sí misma navegando por el Mar de Suntaz o escalando las Montañas de Or para descubrir minas y pasajes subterráneos que ningún cartógrafo ha visto nunca. Al despertar, no sabe si estos sueños son el reflejo de un deseo real de salir del espacio seguro entre sus libros o simplemente un síntoma de todo lo que ha leído y que, en su mente, traza un mapa infinito del mundo.

            Mientras lo averigua está decidida a continuar estudiando para convertirse en una académica. Hasta ahora ha proyectado tres libros que podría escribir en los siguientes años. Pero su espíritu metódico, igual que su temperamento reservado y su timidez natural, se verán agitados por los acontecimientos que estremecerán a Circa. Sin quererlo, y para sorpresa de su familia, Loreto se encontrará en el epicentro de los días que transformarán para siempre la vida del continente.