Servio
Tétrico
 

Hijo único de la severa Bentia Frónida, Servio pasó una infancia desafortunada en los barrios sucios de la ribera sur del Godiardo, en donde ya no llegaban los destellos de las luces de gas ni la fragancia de los jacintos que decoraban las avenidas imperiales. De su madre, heredó el inconformismo y el desprecio por los demás típicos de la nobleza senesina, de la que ella había formado parte en su juventud. Un embarazo fuera del matrimonio arruinó la reputación de Bentia Frónida y condenó al pequeño Servio a una vida de pobreza y anonimato.

            Bentia deseaba que su hijo recibiera una buena educación y que aspirara a alguna posición en el gobierno, pero Servio prefería escapar de la escuela y recorrer el mercado de acero para robar fruta o la cartera de algún turista despistado. No le interesaba la posición social, ni la nobleza, ni el pasado glorioso de su familia materna. La rudeza de su carácter antisocial y su incapacidad para expresarse con corrección le dejaron sólo un camino: la milicia.

            Servio puede ser cruel y violento, pero un tenue sentido de la justicia aún habita en él. Detesta el injusto reparto de riquezas de su país y a menudo no está de acuerdo con las políticas de su gobierno, pero es capaz de ignorarlas cuando se trata de seguir órdenes y ganar dinero para su madre, que es el único ser humano en la vida capaz de imponérsele.